jueves, 29 de abril de 2010

Nostalg.


¿Es posible repintar un cuadro de pintura recién acabado?, el que pintaste con tu amante por mucho tiempo, ¿Es posible intentar mezclar los colores con otro pincel?; la miraba y se iba corriendo por el sendero de la nostalgia, suspiraba y me golpeaba el pecho vilmente, dibujaba el paisaje con ayuda d su lejana sonrisa y otra vez ella pintando furiosa y terriblemente el cuadro de pintura nuevo que dibujaba, la búsqueda de solución a esta situación me desorienta al ver la manija del reloj avanzando inversamente, es una joven de tez angelical, de rizos que demuestran sus pesares en la variación de colores, traviesa que juega a el dominó de mis sentimientos, queriendo unir las piezas a su manera, los valores ya no concuerdan y se enfada.. ingresando en mis pensamientos licuando mis recuerdos y confundiendo mis sensaciones.
La sujeto d los hombros y le digo : ¿ Que pretendes ?, sus lagrimas caen en mis brazos cicatrizando las heridas que me causó.. me pinta en la frente su nombre con aquel pincel abandonado que lleva grabado sus iniciales. Coge los dos baldes de pintura en ambas manos y me pregunta : ¿te gusta el verde? y respondo : es el mejor color..., camina directo a el centro de mi cuarto y comienza a girar y gritar declarándome su amor, alzando los baldes de pintura que se derraman por las paredes de mi cuarto.. en un comienzo vi un desastre verdoso y me besa en la mejilla y caminando hacia una fotografia se va desvaneciendo y me dice : eso es un paisaje.

lunes, 26 de abril de 2010

Intentar encajar


Un reposo muy largo, sedentario y postrado en una piedra añejada visualizo en aquel horizonte aquel recuerdo que causo toda esa lejanía al sonreír, el naufragio de mi romanticismo se congelo en aquellas lagrimas gélidas del pasado, el diluvio ya no me persigue, no todo es penumbras y diluvios fue aquella mirada temerosa que me incito a abrigarla en aquellas tempestivas soledades.
Cogidos del sentimiento fui progresando y ubicándome en lo que fui y lo que soy, la perspectiva clásica y tediosa del existir fue derrumbándose al conocerla, el timorato que solía ser se reecarno en aquel gallardo aventurero que podría vencer sus pesadillas con el exhalar de mi espada, podría resucitar aquel cementerio de jardín en el que ella se perdió, darle el sabor a las nubes y el color al celaje.
Consciente a mi contexto la sueño en unas hojas de papel y las pienso en las noches de nostalgia, aun el tiempo no me perdona, y la esperanza se recuesta en mi cama observándome resistir ante la vil decisión de mi enemigo de siglos..